"Siento un poco de frustración. Desesperadamente necesito sentir la fuerza, el poder de su autoridad. No logro comprender que lo hace resistirse a ejercer esa autoridad sobre mí.
A él, poner una penitencia le cuesta, cuando se trata de
nuestras hijas. Eso lo entiendo, como también entiendo que esa limitación la
sienta conmigo también.
Pero de igual manera siento, ante esto, un pequeño vacío y
no se que hacer para ayudarlo a poder hacer uso de esa autoridad que le
pertenece.
No quiero ponerla a prueba a propósito. No me sale portarme
mal adrede, es como si desdibujara el tipo de relación y la convirtiera en un
juego.
Si bien es una especie de juego, yo lo tomo como algo
importante, y fundamentalmente me gusta sentir que debo someterme a su
voluntad.
Por eso no voy a presionarlo, sino a dejarlo fluir, aunque
me cueste."Esto lo escribí la semana pasada.
Pero ayer hubo un cambió, por fin comenzó a fluir esa fuerza de mando que se que él tiene.
Yo estaba con fiebre alta y el primero me sugirió que ayude al antitérmico con una ducha pero ante mi negativa su tono cambió y me dió la orden: "Andá a bañarte".
Con poco entusiasmo por el baño pero feliz fui
Cuanta alegría sentí, me mandó a hacer algo para mi propio bien. Es la orden perfecta de un HOH. Wow.
Sentimientos que cambian ante actitudes que cambian, Que feliz me hace saber que vivir la Disciplina Doméstica es un objetivo compartido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos encantaría que compartas tus propios pensamientos en torno a este tema